Por Diego Díaz Martín (*).
Las zarigüeyas son marsupiales que frente a una amenaza se paralizan y se hacen las muertas, un comportamiento similar al de algunos emprendedores que experimentan el miedo al fracaso durante su primer año. No obstante las zarigüeyas se levantan al superar el pánico y retoman inmediatamente su camino con normalidad. El 70% de los emprendedores se asusta, frustra o desiste.
Emprender no es para todos, aunque todos pueden emprender.
En esta entrada me enfocaré en las razones por las que 30% de quienes inician un emprendimiento triunfan, para que sean tomadas en cuenta, y se incrementen sus probabilidades de éxito.
Los emprendedores se caracterizan por sus ganas de aprender y crecer, optando por modelos de negocio adaptables a las cambiantes condiciones de la economía y la sociedad. Suman su creatividad para aprovechar las condiciones adversas, y se preparan para destacar en ambientes competitivos, manteniendo un enfoque optimista en el propósito de su negocio, superando los retos que surgen en condiciones de incertidumbre.
Los emprendedores de éxito se apoyan en la tecnología optimizando sus procesos y servicios, lo cual les permite impulsar su crecimiento y mantenerse a flote en el competitivo mercado y globalizado actual. Están dispuestos a aprender, aplicando lo aprendido en forma inmediata en sus negocios.
En sus redes sociales, los emprendedores proyectan una imagen física y digital congruentes, que determinan su identidad, pues conocen a su audiencia y los medios para llegar a ella, por lo que difícilmente serán invisibles ante sus potenciales clientes. Con ellas maximizan el poder del boca a boca, para llegar a un mayor número de clientes, crear una comunidad activa alrededor de tu empresa y abrir un medio de comunicación directo que favorece la fidelidad.
Los emprendedores no se aíslan y creen en el networking como modo de vida. Saben que analizar el mercado es clave, al igual que hablar con sus clientes, conocer sus necesidades, rodearse de buenos consejeros y conocer su competencia, sin obsesionarse con ella.
Los emprendedores exitosos eligen temas que les apasionan y conocen, y suelen enamorarse del problema o necesidad que quieren resolver o atender, pues el mercado te irá hablando en la medida que “avance tu relación con él” y será muy importante que le escuches y respondas.
Un buen emprendedor piensa en grande y se rodea de inspiración, así como de un buen equipo, sin tomarse demasiado tiempo para iniciar su proyecto, pues cada día cuenta y mientras antes comiences, mejor; así podrás probar tu idea, ajustarla y triunfar.
El emprendedor exitoso no le tiene miedo al fracaso, pues tal y como sucede en culturas como la Japonesa, China o estadounidense, el fracaso es percibido como algo cotidiano, normal y hasta positivo, pues constituye una oportunidad para aprender y hacerlo aún mejor la próxima vez. Eso si, hay que aprender la lección.
La zarigüeya es uno de los mamíferos más antiguos del planeta. De hecho, se han encontrado fósiles de más de 65 millones de años, lo cual hace pensar que han sabido adaptarse y evolucionar pese a las condiciones adversas, superando a los extintos dinosaurios.
La próxima vez que hables con algún emprendedor que esté experimentando dificultades durante los primeros meses de su negocio, recuérdale todas las características deseables que comparto en este escrito y que le servirán para apuntar al éxito.
Compártele también el extraordinario testimonio de la Zarigüeya. A veces también vale la pena hacerse el muerto hasta que las condiciones cambien y encontremos el momento apropiado de volvernos a levantar, corregir el mundo, o continuar en la misma dirección hacia el logro de nuestros sueños.
(*) Diego es Biólogo, con un Master en Gerencia Ambiental y un Doctorado en Proyectos de Ingeniería. Durante sus 30 años de vida profesional, ha contribuido en la formación directa de más de tres mil jóvenes emprendedores en 15 países, y es fundador de la red de organizaciones Vitalis presente en 7 países de América Latina, Estados Unidos y España.