Te comparto 5 buenas prácticas que te ayudarán a alargar la vida, o al menos para vivirla aún mejor.

Muchas personas viven para trabajar, en tanto que otras trabajan para vivir. Encontrar el balance, es todo un reto.

En mis más de 30 años de vida profesional, he descubierto algunas prácticas que me han brindado no solo más enfoque, sino más paz y felicidad. Las siguientes no son las únicas, y seguramente tampoco las más importantes. Sin embargo, a mi me han funcionado muy bien.

Camina, camina y camina. Expertos aseguran que sin importar la edad o peso corporal, además de todos los beneficios que nos aporta el caminar, podría ayudar a alargar nuestra esperanza de vida hasta 22 años más. Eso si, a una velocidad determinada y supervisión médica, porque un paseíllo despacio y corto ayuda a distraer la mente, pero tiene efectos determinantes y a mediano o largo plazo en nuestra salud.

Sé optimista. Las personas que ven el lado positivo de la vida gestionan mejor su sistema inmune, por lo que su esperanza de vida es superior en comparación de los que practican la amargura como hobby. No se trata de negar lo malo, ni de vivir en una burbuja. La clave es enfocarnos en el lado del vaso que está lleno, no vacío.

Aliméntate bien. Una cosa es comer, y otra alimentarse, Hay estudios que confirman que con ciertos ajustes nutricionales se puede mejorar la longevidad activa. Mi nutriólogo siempre me dice, "consume alimentos 100% naturales y no (o muy poco) procesados, de ser posible, con variedad de colores". Tal variación es proporcional a las vitaminas, minerales y otros nutrientes que el cuerpo necesita.

Medita. Científicos australianos afirman que cuando meditamos, bajamos los niveles de estrés, favorecemos la recuperación de las células y retardamos el envejecimiento. Asegúrate de hacerlo en paz, en forma enfocada y siempre pensando en tu más alto bien y el de todos los que te afectan o tu afectas en tu día a día. Después de todos, somos seres sociales y queremos lo mejor para todos.

Duerme bien. No solo es necesario para que nuestro cuerpo se recupere día a día. También es un hábito que puede ayudarte a alargar la vida. Eso sì, sin excederse, pues hay estudios que sugieren que dormir más de 8 horas al día, podría generar el efecto contrario. Dormir lo necesario también es clave en nuestro humor.

¿Cuál otro hábito agregarías a esta lista?

Sea lo que sea que hagas, asegúrate de vivir para vivir, disfrutando al máximo tu día a día.