Por Diego Díaz Martín, PhD.
Pese a esta inexactitud lingüística, su utilización es amplia en toda la región hispano parlante, con algunas excepciones en determinados países, donde poco a poco se ha sustituido el binomio "medio ambiente" por "ambiente" en casi todo el marco jurídico vigente.
La verdad es que medio y ambiente, suelen usarse como sinónimos, pero no lo son, aunque uno incluye al otro, y por lo tanto, la composición es redundante.
Por “medio” entendemos el sustrato físico o natural en el cual se desenvuelve la vida, o donde ocurren diversos procesos ecológicos esenciales entre factores bióticos (seres y elementos vivos del ecosistema) y los abióticos (factores o elementos sin vida como los minerales). De allí que usualmente el medio se refiere al agua, el aire o el suelo.
Por “ambiente” entendemos, en líneas generales, el conjunto de elementos naturales y sociales, relacionados e interdependientes, en un lugar y tiempo determinado, que en forma directa influyen a todos los seres vivos, y que por supuesto, incluye al medio físico, sea éste acuático, aéreo o terrestre.
Por lo anterior, usar la frase "medio ambiente" podría ser un pleonasmo equivalente a "Lo vi con mis propios ojos" o "hagamos un círculo redondo".
Sea cual sea el uso que se le de a la palabra ambiente o a la frase medio ambiente, lo importante es reconocer que estamos hablando de términos complejos que incluyen factores ambientales, sociales y económicos, aportando un enfoque multidimensional que merece múltiples interpretaciones.
@DDiazMartin